Migración ilegal; el “filón de oro” del crimen organizado Trasnacional.
Se calcula que este negocio ilícito es muy rentable; y es que, si pasan 100 mil personas migrantes y el Crimen Organizado les cobra 5 mil dólares a cada una de ellas, nos dan 500 millones de dólares.
Por ello; es muy importante establecer estrategias interinstitucionales a nivel nacional para “atajar” los delitos de trata y tráfico de personas, pero también suscribir nuevos tratados y acuerdos internacionales donde se involucren más autoridades de otros países para ejecutar una estrategia interagencial.
“La oprobiosa ruta de los migrantes en su búsqueda por una vida mejor. Si el gobierno aporta su voluntad política, perderían protección el pollero, el transportista, el policía de la GN, el crimen organizado y el agente de migración. Tiene la palabra la 4T”. Liébano Sáenz Ortiz.
Partiendo de lo expresado por el abogado Liébano Sáenz; es conveniente tener en el radar que a pesar de que la trata de seres humanos es el negocio criminal más lucrativo del mundo, aún hay un gran desconocimiento sobre el fenómeno. Esto repercute, entre otras cosas, en que no se utilice el término de forma correcta y se confunda con el tráfico ilícito de migrantes.
Por ello; es importante explicar la diferencia entre ambos conceptos y por qué saber diferenciarlos es clave para poder prevenirlos.
La trata de seres humanos es un fenómeno multifacético que tiene connotaciones criminales, violentas, económicas, relacionadas con la vulneración sistemática de los Derechos Humanos, el género y la migración. Es un crimen de alcance internacional que no deja a ningún país sin estar afectado por él.
Naciones Unidas establece en el artículo 3 apartado a), del Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional una definición de trata de seres humanos:
“Por trata de personas se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”.
De esta definición se extraerán tres elementos clave para identificar si una situación puede ser considerada como trata de seres humanos:
1. El acto: qué se hace. La acción que se lleva a cabo. Incluirá la captación, transporte, traslado, acogida o la recepción de personas.
2. Por medio: cómo se hace. La forma en la que se va a llevar a cabo. Incluirá la amenaza, el uso de la fuerza, la coacción, el fraude, el engaño, el abuso de poder, el rapto, una situación de vulnerabilidad, la concesión de pagos o beneficios a una persona que tenga autoridad sobre la víctima.
3. Para el propósito de la explotación: por qué se hace. La trata de seres humanos siempre tiene un propósito de explotación, es decir, la finalidad es conseguir obtener beneficios a través de la persona tratada, por lo que siempre será sometida a algún tipo de explotación. Hay muchos y muy variados tipos de explotación.
Siguiendo la definición, se establece de forma clara los tres requisitos indispensables que tienen que darse para considerar a esa persona víctima de trata de seres humanos. Es decir, tiene que iniciarse la acción a través de alguno de los actos que se incluyen, empleando cualquiera de los medios mencionados y siempre debe tener como finalidad un propósito de explotación; sin explotación no hay beneficios, y el principal objetivo de la trata es obtenerlos.
Ahora bien; por tráfico de migrantes Naciones Unidas establece en el artículo 3 apartado a), del Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, una definición sobre tráfico ilícito de migrantes:
“Por tráfico ilícito de migrantes se entenderá la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado Parte del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material.”
Analizando la definición de tráfico ilícito de migrantes que Naciones Unidas proporciona, este se centra en la entrada ilegal a un territorio, llevada a cabo por una persona o grupo de personas, que obtendrán un beneficio, económico o no, de ello. En el tráfico de personas el fin último es trasladar de un territorio a otro a una persona, una vez cumplido este fin, terminará lo que denominaremos tráfico.
Esta finalización tendría que concluir sin ningún daño para ambas partes una vez que el acuerdo principal ha sido cumplido, sin embargo, como veremos más adelante, este desenlace no siempre es así.
En la imagen mostrada a continuación y desarrollada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito se detalla visualmente el proceso del tráfico ilícito de migrantes.
La imagen comienza mostrando cómo los migrantes se encuentran en una situación desesperada de búsqueda de seguridad y una vida mejor, ante la cual contactan con los “Coyotes” (término utilizado en México para referirse a los criminales que trafican personas motivados por el dinero), que les proporcionan facilidades de trasporte, alojamiento, documentos falsos y les aseguran la entrada ilegal al país de destino a cambio de una remuneración económica.
La nueva tendencia de colocar brazaletes de colores a los migrantes por parte del crimen organizado va en aumento ya que esta práctica que es utilizada en la frontera norte de Estados Unidos con México, ahora las bandas delictivas imponen este código en la frontera sur de México con Guatemala y Belice, donde ya los traficantes de humanos distinguen al migrante bajo ese código. Extraoficialmente se sabe que son pulseras de plástico verdes, rojas, blancas y azules lo que indica a la red criminal quiénes pagaron más o quién pagó menos. Esto podría explicar por qué algunos migrantes son secuestrados para exigir dinero a sus familiares y otros no. Algo que definitivamente se debe investigar más a fondo.
Redes criminales marcan con pulseras la suerte de cada migrante
Los migrantes son transportados por tierra, mar o aire en trayectos largos y muy duros física y psicológicamente; las condiciones de estos viajes suponen una grave amenaza contra la vida, y son comunes los secuestros, asaltos, las violaciones y las extorsiones. Una vez que llegan al país deseado, nada les garantiza su seguridad o una vida mejor, porque la siguiente batalla es luchar para encontrar trabajo, que sea bien remunerado y que no abusen laboralmente de ellos, que no caigan en el supuesto del delito que analizamos primeramente la trata de personas por el estatus migratorio y la necesidad de trabajar en condiciones adversas.
Por lo tanto; la trata de personas es un reto para la gobernanza de la migración a nivel mundial, regional y nacional, ya que el riesgo de trata es mayor cuando la migración es insegura, desordenada e irregular. Existen tres diferencias fundamentales entre ambos crímenes:
El consentimiento otorgado: En el tráfico ilícito los migrantes han consentido ese trasladado, mientras que en la trata, las víctimas nunca otorgan su consentimiento y si lo hacen, carece de valor por los medios empleados para obtenerlo.
La transnacionalidad del crimen: En el tráfico ilícito siempre hay un cruce de fronteras, es el objetivo que se persigue, y siempre se tiene que trasladar al migrante a otro país. En la trata no siempre existe un cruce de fronteras, puede haberlo, pero no es una condición necesaria.
La explotación: En el tráfico ilícito, la relación entre el traficante y el migrante termina cuando se cruza la frontera, obteniendo los beneficios económicos de esa transacción. En la trata, el tratante somete a una explotación constante y de cualquier tipo a la víctima, esta relación finalizará cuando no pueda obtener más beneficios de ella.
En la práctica, esta diferencia entre trata y tráfico es más compleja de determinar, aunque no imposible: es relativamente fácil que las personas que son objeto de tráfico ilícito puedan convertirse en víctimas de trata en los países por donde transitan y se establecen periodos cortos de tiempo para descansar y conseguir más recurso económico, o puede que sean víctimas de trata de personas, una vez han llegado al país de destino; en la mayoría de los dos casos, carecen de red de apoyo, no cuentan con un trabajo asegurado al llegar al país de tránsito o de destino final, pueden no hablar el idioma y no conocen el territorio.
Considerando estos factores, es sencillo para la red emplear el vínculo ya establecido con la persona para facilitar una supuesta oportunidad laboral una vez localizados en su nuevo emplazamiento, que derivará en una situación de explotación – de cualquiera de los tipos ya descritos – y que recontextualice la situación inicial de tráfico ilícito de migrantes, hacia una situación de trata de seres humanos. Del mismo modo, el empleo de las mismas vías para trasladar a migrantes y a víctimas de trata puede hacer que tratantes actúen como traficantes y viceversa.
Se estima que la trata de seres humanos es el primer negocio criminal más lucrativo del mundo, sólo por detrás del tráfico de armas.
Es, por tanto, un problema de alcance internacional que sufren la mayoría de los países. A pesar de esto, la información disponible acerca del fenómeno es muy escasa. Algunos países no involucran los suficientes recursos para obtener datos y para muchos otros la trata es inexistente y no poseen absolutamente ninguna estimación. Mucha de la información proporcionada no está correctamente constatada y tanto el estudio del problema como la investigación de posibles soluciones y la puesta en marcha de planes de prevención se localizan en el marco de políticas mínimamente desarrolladas.
Por un lado, esto indica que hay un problema de base relacionado con el verdadero conocimiento del fenómeno y su alcance; por otro, que las ganancias que genera compensan el no querer establecer mecanismos de detección y prevención efectivos.
La importancia de tener en el radar los conceptos claros ayudaran a erradicar el problema reflejado en el empleo de diferentes términos de forma errónea; la trata, el tráfico, la esclavitud y la explotación son utilizados como sinónimos con mucha frecuencia. El poco conocimiento acerca de qué involucra la trata, qué tipos hay o cómo puede desarrollarse, afecta también a la categorización de las víctimas cuando son localizadas; no identificando a muchas de ellas como tal.
Es preciso entender en qué consiste la trata de seres humanos y el tráfico ilícito de migrantes: estos fenómenos se confunden todavía en demasiadas ocasiones.
Diversos actores alimentan esta confusión, desde los medios de comunicación que utilizan los términos “trata” y “tráfico” de manera intercambiable, hasta algunas autoridades que se apropian equivocadamente del discurso de la trata en su “lucha” contra la migración irregular.
Tanto si es deliberada como si obedece al desconocimiento del tema, esta confusión tiene consecuencias que distan mucho de ser solo semánticas, porque la no detección de las víctimas de trata repercute en la investigación y el enjuiciamiento de los tratantes, la desarticulación de las redes de la delincuencia organizada y, sobre todo, la prestación de la protección a la que las víctimas tienen derecho.
Platicando con el académico, escritor, periodista y defensor de los derechos humanos mi queridísimo Sergio Aguayo; quien está trabajando mucho con diversos proyectos que tienen que ver con la violencia, derechos humanos y la paz, me comento que efectivamente, hay poca información en los medios pero sí es un tema que está recibiendo interés y que hace meses publicó un texto en DAedalus, la revista de la American Academy of Sciences, sobre el crimen organizado y la migración. Por lo que resulta conveniente; recomendar su lectura:
La Gran Evasión: Migración y Crimen Organizado en México y sus Fronteras
También resulta relevante lo que ha mencionado la Dra. Celina Realuyo, mí distinguida profesora del Centro de Estudios de Defensa William J. Perry, experta en temas de Delincuencia Organizada y en diversos programas de Contraterrorismo Financiero, del Departamento de Estado de Estados Unidos de América, ha dejado claro que las drogas sintéticas como el fentanilo, la migración irregular, los mercados en línea y el abuso de las criptomonedas, son las amenazas emergentes del crimen organizado transnacional en las Américas. Respecto a la trata de personas menciona que es la segunda actividad ilícita más rentable en el mundo, después del narcotráfico.
Es muy interesante como la Dra. Celina describe la evolución del crimen organizado transnacional y la globalización de las redes criminales y las cadenas de suministro, al tiempo de describir claramente los desafíos que contribuyen en América Latina como instituciones débiles, desigualdad, corrupción, desastres naturales, actores externos, redes ilícitas e inseguridad ciudadana. Y es que la convergencia de redes ilícitas y su relación con la globalización del narcotráfico, la trata de personas y la migración global irregular, contribuyen a las altas tasas de violencia y pobreza en América Latina. A todo esto; debemos sumar la actividad terrorista, que aprovecha estas debilidades de las distintas naciones para causar el mayor daño posible. Es muy recomendable poder ver y escuchar a la experta en su más reciente entrevista DNews sobre la amenaza de terrorismo por Irán o Hezbola en las Americas:
La amenaza de Irán y Hezbollah en la región
El tema de la seguridad fronteriza del sur de Estados Unidos es muy importante; pero, la Dra. Realuyo acertadamente, habla sobre la frontera norte de los Estados Unidos con Canadá, tema del cual se debe poner mucha atención por que a medida que aumente rápidamente el número de migrantes que intentan cruzar las fronteras entre los puertos de entrada oficiales, los expertos predicen que cada vez más personas recurrirán al tráfico de personas, a menos que Canadá refuerce su control fronterizo.
A lo largo del tramo de 9.000 kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y Canadá, los encuentros con inmigrantes están aumentando, según muestran las estadísticas de la U.S. Customs and Border Protection (CBP).
En el año hasta marzo de 2022, los oficiales de CBP registraron 109,535 intentos de migrantes de cruzar a los EE. UU. Seis meses después del año fiscal 2023, ya ha habido 84,555.
En el lado canadiense, los migrantes suelen salir de Cornwall, Ontario, o cerca, y abordan un barco dirigido por un local. Desde allí, hay un viaje de unos 15 minutos hasta Nueva York a través de la Nación Mohawk en la Primera Nación Akwesasne, una reserva indígena dividida por la mitad por la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
La policía de Cornwall y Akwesasne, así como las autoridades estadounidenses, arrestan sistemáticamente a migrantes utilizando “agencias” de contrabando: una operación clandestina que vincula a intermediarios en Toronto y Montreal con lugareños en Cornwall y Akwesasne para transportarlos a través del río hacia una vida mejor.
Inside Canada’s most popular people smuggling route: ‘This is my job
Los lugareños hablan de la industria del contrabando con aire de indiferencia. Para muchos, ha estado sucediendo durante tanto tiempo que se ha convertido en parte del tejido de la zona.
Se habla muy poco del gran problema de la frontera Estados Unidos Canadá; de hecho consultando algunos colegas, observo entre ellos, ideas diferentes sobre lo que Canadá debería hacer para asegurar sus fronteras terrestres.
Lo primero que debemos tener claro; es que en la retórica política, es más rentable electoralmente hablando, señalar las deficiencias y corrupción de la frontera sur de los Estados Unidos con México Geografía de la trata de personas en la frontera México-EU que de la frontera Norte de Estados Unidos con Canadá, pero no hablar de eso, impide que se diseñen políticas publicas eficientes y por lo tanto la delincuencia Organizada aprovecha esos descuidos como el actual sistema de seguridad de las fronteras terrestres, administrado por la CBSA y la RCMP, que derivado al enorme tramo fronterizo en ese lugar georreferenciado, es “ineficiente” por lo que la RCMP debe innovar su trabajo y adecuarlo a las necesidades actuales para que mejore, pero la CBSA debe ser también reforzada si realmente nos tomamos en serio el tráfico de personas hacia los Estados Unidos.
Pero mientras no se inicien las acciones pertinentes y se ponga el Radar en esa Zona, cada vez habrá mayor número de inmigrantes que se dirijan a esa frontera y el reciente cierre de Roxham Road en Quebec (que alguna vez fue una ruta clave para las personas que esperan solicitar asilo político en Canadá), la gente se pondrá en peligro cada vez mayor para tener la oportunidad de una vida mejor.
El St. Lawrence River; es una extensión de agua traicionera que separa Canadá de Estados Unidos y, en algunas partes, Quebec de Ontario. En su orilla norte se encuentra Cornwall, la ciudad más oriental de Ontario que, al igual que Akwesasne, está profundamente arraigada en la industria del contrabando.
La seguridad fronteriza es un mandato compartido entre la CBSA y la RCMP. La CBSA es responsable de hacer cumplir la legislación en los puertos de entrada designados, mientras que la RCMP hace cumplir la ley entre esos puertos.
La RCMP de Ontario ha informado que en 2022 detuvieron en Cornwall a 142 personas que intentaban ser introducidas de contrabando en dirección sur a Estados Unidos, y solo siete que se dirigían al norte de Canadá. Es probable que la disparidad se deba a que Roxham Road seguía operativa en 2022.
Pero de enero a abril de 2023, la RCMP de Cornwall ha dicho que interceptó 20 casos de tráfico de personas en dirección sur, con un número no confirmado de personas involucradas.
Importante resaltar que CBSA ha informado que entre 2016 y 2022 se abrieron 386 investigaciones penales de tráfico de personas en todo Canadá y que la agencia presentó cargos en 167 de ellos.
Es un foco rojo que se debe tener en el tablero; por que a medida que aumente el número de migrantes que se dirigen a la frontera entre Estados Unidos y Canadá, muchos recurran a traficantes de personas y modos de transporte riesgosos.
Los datos de Canadá son más difíciles de rastrear debido a su complicado sistema de gestión de fronteras.
Las estadísticas de la Junta de Inmigración y Refugiados (IRB) muestran que los cruces fronterizos irregulares hacia Canadá que dan lugar a solicitudes de asilo han ido aumentando durante meses. En el primer trimestre de 2022, hubo 2.772 reclamaciones de personas que cruzaron la frontera de forma irregular. En el último trimestre, esa cifra casi se había triplicado.
La RCMP interceptó a 39.611 inmigrantes irregulares que ingresaban a Canadá en 2022. Entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2023, esa cifra ya era de 13.748.
Lo que se debe tener muy, muy en cuenta es que la RCMP de Quebec observó un “aumento significativo” de la actividad en dirección sur en los últimos meses, pero una “disminución notable” del tráfico en dirección norte tras el cierre de Roxham Road.
Y es que la mayoría de las veces, que estos individuos que son interceptados por estos oficiales se encuentran legalmente en Canadá, y a veces han llegado a Canadá días antes a través de los aeropuertos de Toronto o Montreal.
Esto es también preocupante ya que con el aumento en el número, y sin el cruce fronterizo no oficial de Roxham Road, los solicitantes de asilo intentarán cruzar métodos más riesgosos, lo que provocará más muertes.
Y es que la situación de la gente no va a cambiar sólo porque Canadá cierre la frontera, ya que todavía necesitan un refugio seguro. Esa es la parte peligrosa porque sabemos que la gente será víctima de coyotes o contrabandistas que los pondrán en situaciones peligrosas y el gobierno aún puede invocar exenciones de políticas públicas para mitigar esa pérdida de vidas y al mismo tiempo al hacerlo puede tener mayor control.
El aumento en el número de viajeros que intentan cruzar las fronteras terrestres es un reflejo de la inestabilidad global; una crisis migratoria en ese puto que va creciendo debido a los conflictos globales en curso y ante esta realidad, los servicios fronterizos de Canadá, no están preparados para afrontarlo.
En muchos aspectos, dos organizaciones están abordando el mismo tema; monitorear la migración irregular y proteger las fronteras. Esto es ineficiente porque cada vez aumenta el flujo y la RCMP que es el control fronterizo de facto en ese lugar, está rebasada, porque mientras se mira hacia el Sur de los Estados Unidos con México, en el Norte en la línea de Estados Unidos y Canadá no se tienen ni los cuerpos, ni los recursos para hacer un mejor trabajo.
Debería haber más oficiales en el extranjero, especialmente en altas comisiones, y una relación de trabajo más estrecha entre Canadá, Estados Unidos y México, pero además sumar a dos países más hacia el sur y me refiero a Belice y a Guatemala para comprender los patrones de tráfico de personas en toda esa importante región. Dado que la seguridad fronteriza en los aeropuertos, puertos y vía terrestre podrían desplegarse trabajos conjuntos interagenciales y apoyar estas nuevas funciones.
La realidad es que tenemos control de nuestros aeropuertos, pero definitivamente no tenemos el control de nuestras fronteras terrestres y marítimas.
Para mejorar la seguridad fronteriza se debería consolidar la seguridad fronteriza y el control migratorio bajo un trabajo bien coordinado entre los países ya mencionados, donde los agentes también deberían recibir formación especial en geopolítica, migración y psicología del tráfico de personas.
Debemos cuidar el sur pero también el norte; por que no ha pasado suficiente tiempo desde el cierre de Roxham Road para medir sus impactos, creo que probablemente se abrirán otras rutas a lo largo de la frontera y la industria del contrabando “se adaptará fácilmente” a las nuevas reglas de Canadá, pero “más personas estarán en peligro con afectaciones a la Seguridad Nacional de la América Septentrional”.