Irán ha sido por años patrocinador y aliado de Hamás. Teherán, ha negado su participación, aunque el líder supremo de Irán, el Ayatolá Ali Jamenei, celebró el ataque, incluso existe una línea de investigación sobre que Irán dio la luz verde al grupo armado palestino para el ataque y que en una reunión en Beirut se conspiraba muy sigilosamente durante varias semanas en la planificación de esta acción. Cuatro días antes del ataque de Hamás desde Gaza, el ayatolá Jamenei dijo “La posición de la República Islámica (Irán) es que los países que le apuestan a la normalización con Israel (como Arabia Saudita) perderán. Están apostando a caballo perdedor”. Israel actualmente mantiene relaciones diplomáticas plenas solo con dos de sus vecinos árabes, Egipto y Jordania. Pero las negociaciones recientes habían allanado el camino hacia la normalización de la relación entre Israel y Arabia Saudita, algo que implicaría un remezón diplomático significativo en la región.
El ataque de Hamás a Israel debilita la posibilidad de que ese acuerdo se concrete; lo que resulta muy conveniente para Irán, porque Irán no quiere una paz real, ni una paz entre Arabia Saudita e Israel, toda vez que esto cambiaría la faz de la región, por lo que tanto Hamás como Irán se han caracterizado por su deseo de sabotear ese acuerdo.
Pero ¿Por qué el acuerdo saudí-israelí es desfavorable para Hamás? Se infiere porque contempla una enorme inyección de dinero saudí a su rival, la Autoridad Palestina, más moderada y que gobierna Cisjordania y defiende la solución de dos Estados. Si se fortalece la Autoridad Palestina, necesariamente se debilita Hamás, aliada de Irán, y por ende el “eje de la resistencia” antiisraelí.
Las circunstancias actuales, sin embargo, dificultan que Arabia Saudita siga adelante en el corto plazo con la propuesta de normalizar sus relaciones con Israel y la fuerzan a ratificar su defensa de los intereses de los palestinos, en sintonía con el resto del mundo árabe.
Esto se vio reflejado en un comunicado en el que Riad calificó el ataque como “el resultado de la ocupación, así como de privar al pueblo palestino de sus derechos legítimos y de no detener las provocaciones sistemáticas contra sus lugares sagrados”, lo cual evidentemente se aleja de la posición de Israel.
En la medida que crezca la contraofensiva de Israel contra la Franja de Gaza, le resultará más difícil a Arabia Saudita aceptar algún acuerdo con Israel.
Partiendo de ese escenario; Irán es el centro del financiamiento del terrorismo, particularmente, es muy posible que se encuentre de tras del ataque más grave contra el pueblo judío desde el Holocausto. Para Danielle Pletka, quien ante el Comité Senatorial de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos señalara que el horror de la brutalidad de Hamás se vio agravado por una de las manifestaciones más espantosas de antisemitismo público desde, bueno, el Holocausto. El odio a los judíos es quizás el último “ismo” ampliamente tolerado que queda y nos ha recordado a muchos de nosotros la razón por la que Israel debe existir como patria y refugio seguro para el pueblo judío. Dirigiéndose al Presidente Senador Scott, a quien primeramente le agradece por haberla incluido en la audiencia del 25 de Octubre de 2023. para testificar, refiriéndose que en múltiples e importantes discusiones en el Congreso sobre cómo detener la marea de efectivo hacia los grupos terroristas, entre ellos Hamás, se ha prestado mucha atención a los 6 mil millones de dólares en efectivo que la administración Biden transfirió a Qatar desde cuentas en Corea del Sur para uso de Irán en septiembre.
Esos 6.000 millones de dólares se anunciaron como pago por la liberación de cinco rehenes, pero se entendió ampliamente que eran la contraprestación pagada por un “entendimiento” entre la administración Biden y el régimen iraní sobre su conducta en los próximos meses, incluida una pausa en los ataques a los estadounidenses y una desaceleración en la acumulación de uranio altamente enriquecido en Teherán.
Todo cuidadosamente construido, por supuesto, para evadir los requisitos de revisión del Congreso de la Ley de Revisión del Acuerdo Nuclear de Irán de 2015.
También se transfirieron desde Irak otros 10.000 millones de dólares que se encontraban en Omán con el mismo propósito (Irán).
Algunas reflexiones que manifiesta posteriormente Danielle Pletka: Es que si estos 6.000 millones de dólares fueran nuestro único problema con Irán, agradecería a nuestra estrella de la suerte. Pero esta es apenas la punta del iceberg. Así que comencemos con los 6.000 millones de dólares.
La administración Biden, que recibió importantes críticas por permitir que Irán acceda a este dinero, ha dicho que no permitirá que se utilice en este momento. Como lo explicó Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para Medio Oriente y Norte de África, diciendo que el sistema de desembolso funcionará como una firma conjunta en una cuenta corriente, ese debería ser el final de la historia. Sin embargo, Qatar ha contradicho al gobierno de Estados Unidos.
En caso de que Qatar, tema al que Danielle Pletka volverá a mencionar más adelante en este testimonio, desafíe los deseos del gobierno de Estados Unidos y proceda con un desembolso a Irán, tiene varias vertientes.
En primer lugar, es importante que el Congreso determine si el gobierno de Qatar ha aceptado compensar a Irán mientras retiene los 6.000 millones de dólares de Corea del Sur. En ese escenario, Qatar podría simplemente entregar su propio efectivo a Teherán y reembolsarlo más tarde con los fondos de Corea del Sur una vez que desaparezca la presión. Esta es una interesante reflexión porque en realidad no sabemos si ese es el caso, pero las protestas proforma de Irán no suenan como las de un gobierno que acaba de ser privado de 6 mil millones de dólares.
En segundo lugar, si Qatar realmente está desembolsando el efectivo de Corea del Sur, concéntrese en el banco. Si decide convertirse en un financista de la República Islámica de Irán, el gobierno de Estados Unidos puede optar por designar a ese banco como una preocupación principal de lavado de dinero. Si eso no disuade a los qataríes, una opción es designar a ese país como Estado patrocinador del terrorismo. Ambas son acciones del Ejecutivo, pero el Congreso puede forzar una decisión mediante legislación.
Dejando de lado los 6.000 millones de dólares por ahora; se sabe que desde 2021, “el valor estimado de las ventas adicionales de petróleo de Teherán (la diferencia entre sus ingresos realizados y lo que habría ganado si sus exportaciones se hubieran mantenido en el nivel promedio del período de máxima presión) fue de entre 26,3 y 29,5 mil millones de dólares”, según una investigación de the Foundation for Defense of Democracy. Desde 2019 hasta finales de 2020, las exportaciones de petróleo iraní promediaron 0,775 bpd. En 2021, según el mismo informe, aumentaron a un promedio de 1,14 mbpd, y este año saltaron a un promedio de 1,38 mbpd. Los ingresos totales de Irán por las exportaciones de petróleo desde 2021 oscilan entre 81 y 90.700 millones de dólares. Las reservas de divisas iraníes se han duplicado, pasando de 12.400 millones de dólares en 2020 a 21.100 millones de dólares en 2023. El petróleo y las exportaciones relacionadas con el petróleo son la principal fuente de ingresos de Irán; Los números 2 y 3 son hierro y acero y frutas y nueces comestibles. Así pues, el petróleo es el núcleo de las finanzas de la República Islámica.
¿Cómo ocurrió eso? Simple. El gobierno de Estados Unidos permitió que sucediera. Para revisar la licitación, en 2016 las exportaciones de petróleo iraní fueron de 2 mbpd. En 2018, alcanzaron 2,8 mpbd. Después de que el presidente Trump canceló el JCPOA, cayeron entre medio millón y tres cuartos de millón de mbpd. Muchos, se mostramos escépticos incluida la propia Danielle Pletka sobre la capacidad de Trump para volver a meter al genio en la botella después de que la ola de exenciones de sanciones del JCPOA que abrió los grifos a Irán. Pero efectivamente, hizo precisamente eso.
Lea aquí el testimonio completo ante el Comité Senatorial de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos Es importante mencionar que la organización terrorista utiliza una compleja red financiera para canalizar la millonaria ayuda que recibe de Irán o Qatar a través de pagos en criptomonedas, para eludir las sanciones internacionales, donaciones, empresas privadas o benéficas, dinero en efectivo que entra para llegar a manos de Hamás.
Expertos estadounidenses en la lucha antiterrorista afirman que la mayor parte del presupuesto de Hamás -cerca de 400 millones de dólares- procede de impuestos a las empresas de la Franja, más las donaciones de países como Irán o Qatar, así como organizaciones benéficas de todo el mundo.
Este grupo palestino, que nueve países, entre ellos Estados Unidos o Reino Unido, y organizaciones como la Unión Europea consideran organización terrorista, es uno de los “usuarios más exitosos de criptomonedas, tarjetas de crédito o acuerdos comerciales artificiales”, aseguran los analistas, “para evitar las restricciones internacionales”.
No se debe perder del radar que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha afirmado que Irán proporciona hasta 100 millones de dólares anuales en apoyo a grupos palestinos, incluido Hamás, y ha citado métodos para mover el dinero a través de empresas ficticias, transacciones marítimas y metales preciosos. Dinero que, los expertos advierten, también sirve para mantener el alto nivel de vida que desde hace años los líderes de la organización llevan fuera de la Franja de Gaza. De hecho, se estima que la fortuna personal de Ismail Haniyeh, líder de Hamás ronda los 4.000 millones de dólares.
Derivado de lo anterior; Estados Unidos ha hecho una llamado a sus aliados en Oriente Medio para cortar el suministro de financiamiento a Hamás proveniente del exterior.
Por medio del Departamento del Tesoro; se pidió a los países miembros del TFTC Centro de Lucha contra la Financiación del Terrorismo (TFTC, por sus siglas en inglés), que utilicen su influencia para hacer más por cortar el flujo de fondos a Hamás, que controla la Franja de Gaza, hogar de unos 2,3 millones de palestinos que han estado bajo el implacable bombardeo israelí durante las últimas semanas tras el ataque terrorista de Hamás a territorio Israelí.
Fundado en 2017, el TFTC tiene su sede en Riad y reúne a funcionarios gubernamentales de sus países miembros para discutir formas en las que pueden colaborar para reducir el flujo de fondos a organizaciones terroristas y combatir el lavado de dinero en general. La reunión de la semana pasada, inicialmente prevista para noviembre, se adelantó como consecuencia de la crisis en Israel y Gaza y se hizo énfasis de que No se puede tolerar un mundo en el que Hamás y los recaudadores de fondos de otras organizaciones terroristas vivan y operen con impunidad, abusando del sistema financiero, para sostener su terror y se afirmó que Estados Unidos no tolerará ese mundo.
Este anuncio; sobre esta corrección del Rumbo, es una muy importante determinación, ya que se bajó la guardia en la materia, porque los esfuerzos internacionales para acabar con las fuentes de financiación de Hamás habían disminuido en los últimos años a medida que crecía la percepción de que era menos una amenaza terrorista de lo que había sido en el pasado, lo que obviamente estuvo mal ya que los acontecimientos del 7 de octubre demuestran que Hamás sigue siendo un problema. Y eso; necesariamente debe de cambiar la priorización de algunos países para revitalizar los esfuerzos y así contrarrestar su financiamiento.
Para iniciar; Estados Unidos pedirá a los miembros del TFTC, así como a otros países de la región, que aceleren ese cambio. Una petición será que los países adopten medidas concertadas para evitar que Hamás simplemente traslade sus operaciones de recaudación de fondos de un país a otro cuando las sanciones comiencen a hacer efecto.
Y es que definitivamente hay muchas vías de financiación de Hamás que pueden cerrarse, y no es sólo en Oriente Medio ya que históricamente, Hamás ha operado amplias redes, obteniendo apoyo de organizaciones benéficas y redes de apoyo basadas en la identidad y muchas de estas redes existen en todo el mundo, algunas de ellas son más pequeñas, otras son más grandes. Muchas están en Oriente Medio, pero muchas están fuera de Oriente Medio. Y [esas redes son] realmente el lugar donde la comunidad internacional puede tener algún impacto en este momento.
Cerrar esas redes, podría tener un impacto significativo en Hamás y su capacidad para continuar sus operaciones.
Por su parte; el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, liderado por los republicanos, emitió una carta a la Administración Biden pidiendo a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) que brinde garantías de que la ayuda humanitaria entregada al pueblo de la Franja de Gaza no caiga en manos de Hamás u otras organizaciones consideradas grupos terroristas por el gobierno de Washington. La carta, dirigida a la administradora de USAID, Samantha Power, fue firmada por 24 miembros republicanos del comité, incluido el presidente James Comer.