Guerra cognitiva, las nuevas batallas multidominio.
En la actualidad; estamos en un entorno en el que se ha producido una ampliación de los llamados “dominios”, los dominios es un término utilizado en el ámbito militar, generalmente, se ha hablado de los dominios físicos, que responden a tierra, mar y aire. Pero con el avance de la tecnología, aparecen en nuestro radar dos dominios más: lo ciber y lo espacial.
Ambos tienen vectores técnicos que les dan soporte. Si los dominios son el entorno donde se produce el combate, debemos advertir que el combate no solo tiene lugar en los entornos físicos, sino también en los entornos ciber, la tecnología ha evolucionado tanto que incluso ya se habla de guerras con armas de plasma y electromagnéticas.
Por otra parte existe ahora un nuevo terreno de combate, el de las mentes y los corazones humanos y con ello, se hace referencia a lo que se denomina el dominio cognitivo y los vectores de ataque, que pueden ser tanto ciber como de otro tipo, impactan en lo cognitivo. Por lo tanto, tener conocimiento sobre las organizaciones y, además, tener un conocimiento que no esté al albur de las emociones, es muy relevante. Todo ello nos va a permitir conformar sociedades más seguras y resilientes.
En la actualidad, la Inteligencia se enfrenta a nuevos retos. Anteriormente, la Inteligencia sólo se planteaba como los juegos y secretos, el espionaje, o lo que estaba oculto y había que sacar a la luz. El reto de la Inteligencia giraba en torno a descubrir los elementos ocultos. Actualmente, sin embargo, nos encontramos en un entorno de intoxicación por la sobreinformación. Por lo tanto, ante esta avalancha de información, el reto principal al que la Inteligencia se enfrenta, se ha transformado: ahora debemos verificar la información y descartar lo que es falso.
Por otra parte; es importante contemplar la importancia que tiene en la actualidad la contrainteligencia ofensiva; escribí en OFCSReport sobre ello el día 27 de agosto de 2022, toda vez que la información tratada para la toma de decisiones es de gran relevancia y de suma importancia, también es, evitar la fuga de la misma.
En los últimos años muchos países han sido atacados por Hackers que roban información clasificada e importante para un Estado, México, no fue la excepción, fue objeto de un ataque cibernético, pero los hackers no solo tomaron información clasificada, para alguna extorsión, en realidad, el objetivo del ataque se dibuja en un nuevo escenario denominado guerra cognitiva.
De entrada; ese trabajo de hackeo no pude hacerse sin la participación de algunos elementos desde el interior de la Sedena, ósea el enemigo está adentro y eso demuestra una gran fisura en los servicios de contrainteligencia y el gran error de no tener una legislación que le de vida a una institución que vigile ese dominio.
Si se concibe a la seguridad como la ausencia de peligro y riesgo o la sensación total de confianza en algo o alguien, ni la Guardia Nacional, ni la SEDENA, ni la Secretaría de Marina Armada de México por si solas no la garantizarán.
Tiene que existir una verdadera Comunidad de Inteligencia por una parte; por otra parte, en México y muchos países de América Latina perciben a la seguridad cibernética como algo secundario y ese es otro gran error, parece que algo está quedando fuera de cuadro en la percepción de seguridad del gobierno federal, ya que en tiempos modernos los delincuentes no sólo son individuos que atacan a mano armada, por lo que garantizar la seguridad nacional, no radica sólo en salvaguardar la integridad física.
¿Qué hay del tráfico de drogas a través de internet, de los fraudes, robo de identidad, cargos no reconocidos, robo de cuentas o el secuestro de información? Delitos que no se realizan con violencia física pero que atentan contra la integridad y estabilidad de la sociedad. En tiempos en donde el mundo es conquistado por los avances tecnológicos, es imposible concebir el modus operandi del país sin la participación de la Inteligencia Artificial y el Internet, un esquema en el que la ciberseguridad se convierte en tema de seguridad nacional ya que es la estabilidad económica y financiera del país la que está en riesgo.
Debemos tomar en consideración también un importante estudio de la OTAN sobre la guerra cognitiva, la maquinaria bélica más mortífera del planeta tiene como objetivo conquistar la mente humana. No es ciencia ficción, ni una teoría conspiracionista. La información surge de documentos oficiales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Con fecha junio-noviembre de 2020 se publicó el texto de 45 páginas titulado “Cognitive Warfare” (“Guerra cognitiva”), firmado por el contraalmirante francés y comandante de la Fuerza de Tareas Naval francesa François du Cluzel. Allí se afirma que existe un nuevo tipo de guerra cuyo campo de batalla es la mente, y se dispone un plan detallado para que la OTAN participe de esa contienda con el objetivo de dominar los sentimientos, las opiniones, las percepciones, las ideas y las acciones de todos los habitantes del planeta, que de esta manera pasan a ser objetivos militares.
El texto de la OTAN es sólo el más reciente informe de una serie de investigaciones que la alianza militar viene analizando.
El robo de información de SEDENA va en esa dirección; por que la información sustraída fue utilizada para crear un caos a la población y se pongan en contra del gobierno en turno.
Minorizar este ataque es más grave, esto es mas delicado de lo que piensan algunos ya que forma parte de esta guerra no convencional denominada guerra cognitiva y ahora el terreno de batalla en el territorio mexicano y me explico…
La guerra cognitiva, va un paso más allá que simplemente luchar para controlar el flujo de información. Más bien, es la lucha por controlar o alterar la forma en que las personas reaccionan a la información, por eso fue difundida esa información a un medio de comunicación para alterar ciertas cosas y desestabilizar al gobierno.
La guerra cognitiva busca hacer que los enemigos se destruyan a sí mismos de adentro hacia afuera.
Definimos la guerra cognitiva como la militarización de la opinión pública por una entidad externa para el propósito de influir en la política pública y gubernamental y desestabilizar instituciones, esto es muy claro ya que tal como lo señala el documento publicado por la OTAN y la Universidad Johns Hopkins (EEUU), y firmado por Alonso Bernal, Cameron Carter, Ishpreet Singh, Kathy Cao y Olivia Madreperla así se puede apreciar el objetivo de GUCAMAYA. Pero quien está atrás de ellos?
Definitivamente hoy nos enfrentamos a los problemas que produce la capacidad de las redes sociales para transmitir información a miles de millones de personas en minutos. Debemos defendernos de los algoritmos que pueden identificar quién sería el receptor más susceptible al material publicado y quién está más dispuesto a difundirlo. La capacidad actual de falsificar y manipular información no tiene precedentes, y los avances recientes en tecnología e inteligencia artificial también han hecho que el video y el audio sean sospechosos. La gente no está segura de qué hacer ni creer. Simultáneamente, nosotros estamos revolucionando lo que sabemos sobre cómo funcionan nuestros cerebros y emociones, considerados como experimentos individuales sobre las distintas formas de control.
No fue un simple hakeo no fue una simple sustracción de documentos, estas campañas de ciberataques combinados con estrategias de guerra cognitiva se dan en un contexto de inestabilidad política y polarización en México, así como en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania en donde grupos internacionales quieren desestabilizar a Estados Unidos, esto a través de ataques a sus principales socios y aliados en la OTAN o paises de América Latina como lo es México país fronterizo de Estados Unidos.