El desafío mexicano en materia de ciberseguridad y la protección de infraestructura crítica
En estos tiempos; donde la guerra cognitiva está más presente que nunca como una forma de guerra no convencional que utiliza herramientas cibernéticas para alterar los procesos cognitivos del enemigo, explotar los sesgos mentales y el pensamiento irreflexivo y provocar distorsiones en su pensamiento para influir en la toma de decisiones y entorpecer sus acciones, con efectos negativos, tanto a nivel individual como colectivo, no solo se debe prestar atención al software y al hardaware, sino al humanware, toda vez que el 80% de los ataques, se deben a que los delincuentes hackean la mente humana para obtener contraseñas y causar daño a los sistemas corporativos.
Derivado de lo anterior; en México no se ha prestado atención o no se ha dado importancia a la protección de infraestructuras críticas y los líderes se enfrentan a diversos desafíos, como la falta de actualización operativa plasmada en una nueva legislación, con doctrinas, planificación de estrategias y marcos de mejores prácticas.
Lo cierto es que la innovación digital está alterando todas las industrias; causando riesgos y vulnerabilidades y por ello, es oportunidad para este gobierno que inicia con una nueva presidenta, comience con una estrategia nacional, donde se puedan proteger los sistemas de control industrial para prevenir y anticipar amenazas cibernéticas sofisticadas.
En el sexenio que acaba de concluir y que abarcó diciembre de 2018 a septiembre de 2024, el sector de telecomunicaciones en México enfrentó desafíos significativos, especialmente en el despliegue de redes 5G y en los esfuerzos por reducir la brecha digital.
La falta de una agenda clara para promover las telecomunicaciones avanzadas, junto con obstáculos burocráticos y financieros, contribuyeron a que México quedara atrás en la carrera hacia el 5G y en la mejora de la conectividad nacional.
En algunos casos, la culpa fue el desconocimiento del sector que, por ejemplo, llevó al expresidente López Obrador a insistir durante el principio de su mandato en una cobertura del 100% de la geografía del país por fibra óptica, ignorando los costos que conlleva desplegar una tecnología solo en zonas pobladas de la sociedad.
Otro de los errores administrativos del poder ejecutivo en la administración de AMLO fue la falta de apoyo a las reformas de telecomunicaciones que se habían implementado bajo el gobierno de su antecesor, el presidente Enrique Peña Nieto en 2013, lo que ha provocado que México ahora se encuentra rezagado en comparación con muchos de sus pares latinoamericanos en la carrera por la modernización digital, lo que tiene importantes implicaciones para su capacidad de competir en la economía global, pero al mismo tiempo, México es un país vulnerable ante cualquier amenaza a su infraestructura critica.
Debemos tener en el radar que las infraestructuras críticas de todos los países están expuestas a multitud de riesgos y amenazas fruto de sus vulnerabilidades, por lo que son el objetivo más deseado de los atentados terroristas, los ataques cibernéticos de particulares e incluso ataques híbridos por parte de gobiernos y servicios de inteligencia, de ahí que necesiten una protección más avanzada.
No poner atención a ello; hace que se ponga en riesgo la Seguridad Nacional, verbigracia, los ataques terroristas del 11S en EEUU, las acciones cibernéticas de Anonymous o malwares diseñados por Servicios de Inteligencia como fue el caso de Stuxnet contra las Centrales Nucleares de Irán, han provocado que la mayoría de los gobiernos establezcan líneas de acción estratégicas para garantizar la protección de sus Infraestructuras Críticas.
En Europa existe una guerra que se ha prolongado y en ese sentido; debemos estar conscientes de que las autoridades estadounidenses han expresado en diversos momentos del conflicto, su preocupación por el aumento de la actividad rusa en torno a los cables submarinos, lo que podría dar lugar a un posible sabotaje de una parte esencial de la infraestructura mundial de internet, esto derivado a una amenaza que Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, hizo el año pasado. Medvédev dijo que a Rusia no le quedaban “limitaciones, ni siquiera morales, que nos impidan destruir las comunicaciones por cable del fondo marino de nuestros enemigos”.
Debemos recordar una serie de presuntos ataques de sabotaje contra infraestructuras submarinas, como el atentado contra el Nord Stream de 2022, que rompió dos oleoductos que unen Rusia y Alemania y recientemente a principios de 2024 cuando tres cables submarinos resultaron dañados en el mar Rojo durante los continuos ataques de los rebeldes hutíes en la región.
Los cables submarinos son gruesos cables de fibra óptica que discurren por el fondo del océano y transportan grandes cantidades de datos para conectar internet entre países; se extienden a lo largo de 1.1 millones de kilómetros bajo el agua y son responsables de aproximadamente el 95% de las transferencias de datos y voz del mundo, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Es así que; solo con esos ejemplos, nos debe poner a reflexionar sobre la urgencia de proteger las infraestructuras críticas ya que de ello depende nuestra calidad de vida.
Conocer cómo y con qué criterios se protegen, nos permitirá proteger nuestros propios sistemas u organización con la misma eficacia.
A diario se utiliza la electricidad, el agua, el transporte público, cada vez son más las transacciones y pagos con tarjetas bancarias y las personas a través de Google Maps y la geolocalización utilizan servicios, tanto los teléfonos fijos como los móviles son más necesarios y a través de los celulares o las computadoras personales la mayoría de la población se conecta a Internet o realizan trámites con la Administración Pública y todas esas actividades esenciales dependen de las infraestructuras críticas: centrales eléctricas o nucleares, sistema de aguas, transporte ferroviario, sistema bancario, tecnología de satélite, sistemas de telecomunicaciones o de la Administración.
En otras palabras, las infraestructuras críticas son todos aquellos sistemas físicos o digitales que facilitan funciones y servicios esenciales para apoyar a los sistemas más básicos a nivel social, económico, medioambiental y político, por lo que una alteración o interrupción en su funcionamiento debido a causas naturales, como por ejemplo una inundación que afecta al suministro eléctrico o aquellas provocadas por el hombre como por ejemplo un atentado terrorista o un ataque cibernético a una central nuclear o a una entidad financiera, podría conllevar graves consecuencias.
Las amenazas a las infraestructuras críticas podrían afectar a cualquier Estado al no poder continuar y desarrollar con normalidad las actividades básicas de la sociedad.
Sin embargo, el problema empeora cuando una infraestructura crítica es dependiente de otra, porque la caída de una infraestructura crítica supondría la paralización o menoscabo de los servicios de ambas y en ese sentido, la protección de estas adquiere mayor importancia.
A pesar de que las infraestructuras críticas son similares en todos los países, su práctica puede variar en función de las necesidades, recursos y nivel de desarrollo de cada país en particular, por eso México, debe poner atención en los grandes retos que están pendientes, ya que el no atenderlos con oportunidad, pudiera afectar la seguridad nacional, toda vez que el modelo de protección de infraestructuras críticas mexicano en la actualidad es obsoleto y, por lo tanto, es urgente que sea actualizado.
Los riesgos ambientales, el crimen organizado y las ciberamenazas son los principales riesgos para los operadores de dichas infraestructuras en México.
En México se requiere una legislación actualizada y eficaz; ante los desafíos que enfrentan los operadores críticos, al tiempo de que sería recomendable que en el próximo Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Nacional de Seguridad se pueda establecer una estrategia de Protección de Infraestructuras Críticas gubernamental sólida y moderna adaptada a la realidad nacional.
Es una importante oportunidad para que la presidenta de México y su equipo de trabajo; puedan desempeñar un papel crucial en el fomento de tales iniciativas ya que muchos operadores ya están buscando profesionales especializados en seguridad y protección de infraestructuras y por ello, también será esencial, que se puedan desarrollar programas de formación profesional específicos para estos perfiles.
También se deberá evaluar el escenario de seguridad interior que vive el país y destacar la importancia de las instalaciones estratégicas nacionales y el papel que desempeña la red de puertos, aeropuertos y carreteras, al tiempo de incrementar la infraestructura estratégica de México durante el gobierno de la presidenta de México, para superar las grandes asimetrías de la nación, y promover una mayor inclusión social.
Se debe tomar conciencia, sobre las amenazas sociales, naturales y accidentales que constituyen un riesgo para las instalaciones estratégicas de México, cuya alteración por organizaciones sociales, el crimen organizado y grupos terroristas, podrían afectar la estabilidad del país en sectores vitales como el del gobierno, el militar, las comunicaciones, los transportes, la salud, la energía, el sector electrónico y del ciberespacio.