El caballo de Troya del ISIS en Europa
La política exterior norteamericana ha sido la causante principal, debido a su mala gestión en el conflicto libio y sirio, las cuales se han convertido en el detonante de la mayor crisis de refugiados de los últimos 70 años en Europa, las cuales han sido causa y efecto de una mala política dirigida por la administración Obama. En el caso de la guerra de Libia, Europa no puso objeción alguna durante años al régimen del dictador Gadafi. Ejemplo de complacencia fue la actitud del primer ministro británico Tony Blair que vendió armas al sátrapa libio. O cómo en 2009 Reino Unido liberó al terrorista libio Abdelbaset Ali Mohamed Al Megrahi, condenado a cadena perpetua por el atentado de Lockerbie contra un avión de la Pan Am que se saldó con 270 muertos. Tampoco España se quedó atrás en la amistad con Gadafi. Todavía están en la memoria reciente las visitas de los presidentes de Gobierno a Trípoli. Unos cuantos años después Libia sigue rota. Los diferentes grupos tribales (hay 140 clanes) representativos de media docena de etnias que hacen ingobernable el país. Con el problema añadido de que el yihadismo de grupos próximos al Estado Islámico ha arraigado en el territorio libio. Como ocurre con las recientes guerras emprendidas por Estados Unidos -Afganistán e Irak son dos ejemplos de libro- acabar de manera forzada y violenta con las dictaduras desemboca en un escenario posterior de desestabilización y muerte aún peor que la propia dictadura erradicada. Tras el fácil derrocamiento de Gadafi, Estados Unidos pensó que podía repetir la fórmula en Siria con el dictador Bashar al-Asad: crear grupos de oposición que propiciasen la represión del régimen y la consiguiente espiral de violencia terminaría provocando su caída. Pero Siria no es Libia. Mientras que Gadafi se quedó solo, al-Asad cuenta con el apoyo de Rusia dado que Siria es un espacio geoestratégico vital para los intereses rusos por tres razones: hace frontera con Turquía, miembro de la OTAN; Moscú tiene en la base de Tartus la única instalación naval de la Armada rusa en el Mediterráneo; y el interés de Estados Unidos de que el nuevo gasoducto procedente de Qatar llegase a Europa a través de Siria, proyecto que representaba un duro golpe para el monopolio gasista de Moscú.
El Caballo de los terroristas del ISIS a través de los refugiados
Este tipo de inmigración es harto extraña, además de peligrosa, vienen huyendo de la opresión y miseria de sus países para luego pretender transformar a los países de acogida en aquello de lo que huyeron. Desde EEUU y Europa se empieza a hablar de que varios miles de los refugiados de esta ola migratoria son en realidad terroristas del Estado Islámico, y que esto, por tanto, lleva a la necesidad de un mayor control migratorio. Diversos servicios de inteligencia europeos estarían hablando de más de 5.000 terroristas. Es más, me atrevería a predecir que en el próximo atentado terrorista en Occidente reivindicado por el Estado Islámico se descubrirá, como por arte de magia, que alguno de sus autores habría traspasado nuestras fronteras justo en esa crisis migratoria de 2015; sería un gran golpe de efecto. El ISIS ha encontrado la puerta perfecta para poder adentrarse en Europa de forma rápida y sin tener que pasar por los exhaustivos controles en los aeropuertos. Utilizando a los refugiados hemos colocado un caballo de Troya dentro de las fronteras europeas. Según las investigaciones de Ely Karmon de Israel, habría más de 22.000 extremistas del ISIS en Europa. Los terroristas se mezclan con el flujo de refugiados en las ciudades portuarias turcas de Esmirna y Mersin, de donde parte y atravesando el Mediterráneo llegan a Italia. Luego los terroristas se dirigen a otros países europeos, como Alemania o Suecia. Lo que sucede en Europa ¿tiene que ver con las personas que viajaron a Siria y están regresando, o con la frustración de los refugiados o con Isis, que pierde terreno en Irak, Siria y Libia y quiere ganarlo en Europa? De hecho, se dan todos estos escenarios. En primer lugar hay combatientes europeos, musulmanes y también convertidos, hay países donde hubo un 20% de convertidos al islam que fueron a luchar a Siria e Irak. Entre un 30 a 35% de todas esas personas ya regresaron a Europa. Por ejemplo, sabemos que el primer gran atentado en el Museo Judío de Bruselas, en mayo de 2014, fue cometido por un francés de origen argelino que luchó en Siria e incluso que torturó a periodistas franceses. Hay también ciudadanos musulmanes y algunos convertidos, que viven en Europa, que no viajaron a Siria o Irak a luchar, pero tienen motivación ideológica, a veces personal, para cometer atentados, que se conocen como ataques de “lobos solitarios”. Al mismo tiempo, sabemos que algunos de los refugiados que llegaron a Europa estuvieron implicados en atentados o tentativas de ataques terroristas en los últimos dos años. Y, por último, hay células, que fueron organizadas, enviadas por ISIS a Europa, antes y durante esta gran ola de inmigración. Por ejemplo, los atentados de noviembre de 2015 en Francia fueron cometidos por un grupo en el que algunos de sus integrantes habían ido a luchar a Siria, volvieron a Europa y allí fueron responsables de distintos atentados. Esto fue organizado de manera más estructurada por Isis. Lo mismo con quienes perpetraron el atentado en el Aeropuerto de Bruselas en marzo de 2016. El Frontex (La Agencia Europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea) hacía pública una información según la cual las mafias estaban falsificando pasaportes sirios para facilitar la entrada de inmigrantes ilegales en Europa. Lo que no cuenta Frontex es que, según aseguran fuentes policiales, es que entre estos contingentes de inmigrantes que entran con pasaportes sirios a Europa hay un número elevado de miembros de ISIS que acceden con pasaportes que no son falsos. Concretamente están haciendo uso de más de 5.000 pasaportes sirios robados Los números de serie de estos pasaportes fueron suministrados a los puestos fronterizos, el problema es que la mayoría de los países del entorno carecen de capacidad técnica y de personal suficiente para chequear la numeración de todos los pasaportes que acceden a través de sus controles. Las mismas fuentes policiales aseguran a este medio que ISIS cuenta con miles de pasaportes sirios más, de los que se desconoce la numeración y que se obtienen en las comisarías de las ciudades que ocupan en el trascurso de la guerra civil que se vive en Siria. La nota policial destaca hasta ocho detalles en los que se deben fijar los agentes de los puestos fronterizos para detectar si un documento de identidad sirio es falso.
El Pasadizo Verde, se centra en la zona balcánica con respecto al ser ella la puerta de entrada, y a la vez de colonización, de los cientos de miles de emigrantes, fundamentalmente musulmanes, que en el último tiempo están haciendo su camino hacia Europa Occidental. La “Transversal verde” o “Pasadizo o Corredor Verde” podríamos decir que es un concepto geopolítico y geoestratégico que ha sido usado con dos significados distintos aunque interconectado:
- Para definir el objetivo a largo plazo los ideólogos islamistas, tanto en los Balcanes como en el mundo musulmán más amplio, se especifica la idea de crear una cadena geográficamente contigua de mayoría musulmana u organizaciones políticas dominadas por musulmanes, que se extenderán desde Turquía en el sudeste hasta el punto más noroeste de Bosnia, a unos 193 km de Austria.
En el informe del 2001, de los servicios de seguridad italianos, este pasadizo verde es definido como el “proyecto de colonización islámica de los Balcanes” el cual intenta el establecimiento de un corredor verde para incluir todas las regiones en las cuales prevalecen grupos étnicos musulmanes
- Para denotar el proceso en curso de aumentar la auto-afirmación étnico-religiosa entre importantes comunidades tradicionalmente musulmanas en los Balcanes
Esto ha tenido un efecto cuádruple:
- Ampliación del área geográfica del predominio geográfico musulmán
- Establecimiento y/o ampliación de diversas entidades bajo control político musulmán con reclamaciones actuales o potenciales a una condición de Estado soberano.
- Realzar el carácter y la identidad islámicos de la comunidad dominante dentro de aquellas entidades, con la paralela disminución de la presencia y el poder de grupos no musulmanes.
- Incitación de las ambiciones de las comunidades musulmanas para designios aún más atrevidos en el futuro, incluso a riesgo de entrar en conflicto con sus vecinos no musulmanes.
Las tendencias políticas, culturales, religiosas y demográficas entre las comunidades musulmanas en los Balcanes sugieren fuertemente que el Pasadizo Verde está tomando forma, de manera deliberada o espontánea. Si Alfred Sherman, antiguo consejero de la Primera Ministra Margaret Thatcher y co-fundador de la “Lord Byron Foundation”, advirtió que el objetivo de los musulmanes era crear un “Corredor Verde” desde Bosnia por el Sanjak hasta Kosovo, que separaría a Serbia de Montenegro. Las potencias occidentales están en “efecto fomentando este islamistán y desarrollando cercanas relaciones de trabajo con Irán, cuyos gobernantes están ansiosos de establecer una base europea para sus actividades político-religiosas” Washington desea involucrar a su aliado de la OTAN Turquía, que se ha estado alejando de la postura laicista de Ataturk y occidental para volver a una orientación más otomanista y pan-musulmana, ayudando de forma activa a las fuerzas musulmanas.
Está claro que los Balcanes sirven como una vanguardia en suelo europeo para organizaciones terroristas islámicas, que explotan esa área para promover esas actividades en Europa Occidental y otros focos por todo el mundo. El establecimiento de un territorio islámico independiente que incluye Bosnia, Kosovo y Albania es uno de los logros más prominentes del Islam desde el sitio de Viena de 1683. La penetración islámica en Europa a través de los Balcanes es uno de los principales logros del Islam en el siglo XX Esta descripción muestra como la guerra de bosnia proporcionó la oportunidad histórica para que el Islam radical penetrara en los Balcanes en un momento en que el mundo musulmán- encabezado por Irán y diversas organizaciones terroristas islámicas, incluyendo Al-Qaeda- fue en ayuda de los musulmanes. A raíz de ese conflicto, la infraestructura operacional y organizativa yihadista fue de esa manera establecida. El paradigma del pasadizo verde refleja el Choque de las Civilizaciones de Samuel Huntington que uso la guerra de Bosnia y Herzegovina como un caso paradigmático de las así llamadas “guerras de las fallas geológicas”. Los Balcanes proporcionan la pieza que falta en el rompecabezas, con lo que podemos analizar que desde la transformación de Al-Qaeda, la cual se transforma en una fuerza combatiente aislada hasta llegar a ser una amenaza letal a nivel global, hasta ser desbancada por la aparición del Estado Islámico. El Islam radical desempeñó un papel fundamental en el conflicto yugoslavo, si recordamos que Afganistán en los años 80’, Bosnia en los años 90’ se convirtió en un campo de entrenamiento para los muyahidines, lo que condujo a un retroceso de proporciones gigantescas.
Musulmanes en Occidente, cada vez más estrictos en su doctrina
El Instituto Holandés de Investigación Social (SCP) publicó el 7 de junio de 2018 un informe de Willem Huijnk sobre “La experiencia religiosa de los musulmanes en los Países Bajos”. Esta publicación del Instituto Holandés de Investigación Social (SCP) es el tercer estudio que examina explícitamente a los musulmanes en los Países Bajos.
En los Países Bajos, como en el resto de Europa, el Islam es la religión que tiene más seguidores después del cristianismo, y está creciendo, mientras el cristianismo va disminuyendo. Los musulmanes en los Países Bajos viven en una sociedad predominantemente secular en la que las voces anti islamistas se han vuelto cada vez más prominentes desde el comienzo del siglo. Pocos temas han estado sujetos a tanto y tan acalorado debate en los últimos años como el Islam y la integración de los musulmanes. Los dos informes publicados anteriormente sobre los musulmanes en los Países Bajos, en 2004 y 2012 por el Instituto Holandés de Investigación Social (SCP) (Maliepaard & Gijsberts 2012; Phalet & Ter Wal 2004) demostraron que el Islam, incluso en el contexto holandés, ocupa un lugar importante en la vida de muchos ciudadanos holandeses con antecedentes turcos y marroquíes. Los musulmanes en los Países Bajos viven en una sociedad predominantemente secular de origen cristiano. El tercer estudio ha investigado la evolución durante el período 2006-2015 con la abundante información que hay sobre los dos grupos musulmanes más numerosos en los Países Bajos, en particular el de origen marroquí y el de los musulmanes afganos, iraníes, iraquíes, somalíes y de Surinam. Estos dos grupos constituyen la gran mayoría de la población musulmana en los Países Bajos. El reciente informe no investiga el yihadismo, pero si cómo los musulmanes viven su experiencia y su cada vez mayor adhesión al Islam.
El aumento de la población que profesa el islam en Europa es uno de los temas sobre los que el Pew Research Center, un think tank con sede en Washington, lleva años publicando estudios. Los últimos datos que ofreció el centro de investigaciones –uno de los más prestigiosos del mundo- anuncian que el continente, que en 2016 tenía un 4,6% de población musulmana, contaría con entre un 11 y un 14% de musulmanes en 2050. Hay que tener en cuenta que en la población que profesa la religión musulmana está incluidos, como indica el informe, «a los musulmanes nacidos en Europa y a los nacidos en una amplia variedad de países no europeos», es decir, no son datos que tenga que ver con nacionalidad sino con religión.
El Pew Research Center estima que en 2050 el 18% (como máximo) de la población francesa será musulmana. El estudio plantea tres posibles escenarios (contabilizando también los futuros nacimientos): si la migración frenara de golpe, los musulmanes representarían un 12,7% del total; si continuara de manera moderada, un 17,4%; y si el nivel migratorio fuese alto, un 18%. En el tercer escenario la población musulmana llegaría a representar en 2050 casi el triple de la proporción actual, pero aún estarían muy lejos de la población cristiana y del grupo de personas que declaran que no siguen ninguna religión, según afirma el estudio, que ha sido difundido por varios medios españoles y franceses.
Se estima que alrededor del 6% de la población adulta de los Países Bajos son musulmanes. La gran mayoría de ellos tiene un origen no occidental, y aproximadamente dos tercios son de origen turco o marroquí. La parte que se considera musulmana es más alta entre los de origen marroquí (94%) que los de origen turco (86%). Un 10 por ciento del grupo turco y un 5 por ciento del grupo marroquí no son religiosos. Los musulmanes que viven en los Países Bajos asisten a la mezquita, rezan, y comen halal y ayunan durante el Ramadán más que hace diez años y se ha incrementado fuertemente el uso del velo entre las mujeres musulmanas marroquíes en la última década, de poco menos del 64% en 2006 a más del 78% en 2015. Esta tendencia también se ha producido en la segunda generación de musulmanes, así como entre mujeres jóvenes y altamente educadas. Ha disminuido ligeramente en los Países Bajos la adherencia al Islam entre los turcos, pero no en el grupo marroquí. La proporción de musulmanes en el grupo de origen turco cayó del 93% al 86% entre 2006 y 2015. Este descenso se presentó en ambas generaciones: en 2015, el 82% de la segunda generación. Los inmigrantes turcos se consideraban musulmanes, en comparación con el 90% en la primera generación. La proporción de aquellos que se identifican como musulmanes en el grupo de origen marroquí también es menor en la segunda generación (91%) que en la primera generación (96%).
La identidad religiosa era y es importante para los musulmanes
La identificación religiosa permaneció más o menos sin cambios entre 2006 y 2015. En 2006, los musulmanes turcos y marroquíes dieron importancia a ser musulmanes. En 2015 esto no ha cambiado. Una proporción muy alta entre los musulmanes marroquíes (96%) dice que su fe es muy importante; la identificación religiosa de los musulmanes turcos es un poco menos pronunciada, con un 89%. En ambos grupos, las mujeres exhiben la identificación religiosa más fuerte. El Islam desempeña un papel central para prácticamente todos los somalíes holandeses en todas las áreas, su religiosidad en realidad ha aumentado ligeramente desde su nivel ya bastante alto en 2009. La investigación de 2009 mostró que una proporción relativamente alta de iraníes holandeses no son religiosos y que el 20% son cristianos. La minoría de musulmanes que se consideran seculares son los más progresistas en sus opiniones, suelen tener un empleo remunerado, sienten afinidad con los Países Bajos, tienen contactos sociales relativamente frecuentes fuera de su propio grupo de origen, tienen una actitud positiva hacia los Países Bajos y los holandeses y exhiben un grado relativamente alto de confianza institucional. Están claramente orientados hacia los Países Bajos.
La gran mayoría de musulmanes, los religiosos, los piadosos musulmanes están en el extremo opuesto del espectro de los musulmanes seculares: su distancia sociocultural a los nativos holandeses es considerable: respaldan los valores tradicionales musulmanes –salafistas- y no tienen un fuerte sentimiento emocional ni vínculo con los Países Bajos; también son los que menos aceptan las amistades mixtas o relaciones con no-musulmanes. Los musulmanes practicantes estrictos experimentan una mejor salud mental, son más felices, pertenecen a organizaciones religiosas (musulmanas) y tienen una percepción de la sociedad holandesa para nada positiva, su confianza en el gobierno y la policía es relativamente baja en todos los grupos musulmanes y se sienten excluidos y sin ser aceptados, no están satisfechos de vivir en los Países Bajos, y a menudo les gustaría regresar a su país de origen. Los musulmanes salafistas se mueven más en sus propios círculos y, por lo tanto, pueden verse relativamente menos afectados por la negatividad de la sociedad de acogida (en alinearse con la noción de la paradoja de la integración). La forma en que los musulmanes en los Países Bajos experimentan su religión está cambiando, pero la dirección de la evolución no es uniforme. Hay una leve tendencia de secularización entre los musulmanes turcos en los Países Bajos; el porcentaje que se considera no religioso es pequeño pero ha crecido, este no es el caso de los musulmanes marroquíes. La religiosidad de los no-secularizados está aumentando entre los musulmanes turcos y marroquíes. Entre los musulmanes turcos, por ejemplo, la asistencia a la mezquita y el rezo han aumentado en ambas generaciones, en los musulmanes marroquíes esto se aplica para orar, comer halal y usar el pañuelo en la cabeza. El uso del velo ha aumentado considerablemente entre las jóvenes musulmanas marroquíes altamente educadas, entre los marroquíes no ha crecido el nivel de secularización con el aumento del nivel educativo generacional. Hay pocas diferencias religiosas entre los diferentes niveles de educación entre los musulmanes. Las opiniones negativas sobre el Islam y los musulmanes que emanan del entorno social holandés estimulan el fortalecimiento de lazos dentro de los grupos musulmanes y refuerzan la identidad musulmana. Las percepciones mutuas de musulmanes y no musulmanes generalmente no son positivas. Las redes sociales y otros medios están en gran medida separados unos de otros. A menudo la discusión de temas como la religión o la secularización es difícil o imposible en las aulas y escuelas donde las tensiones, las polarizaciones y las líneas divisorias que caracterizan a la sociedad en general también se ven y se sienten. Ante el pluralismo ideológico y religioso de la sociedad occidental en general y holandesa en particular, los jóvenes musulmanes que viven en Occidente sienten la necesidad de radicalizarse religiosamente y políticamente (en el Islam no hay diferencia entre religión y política). Estos jóvenes musulmanes se enfrentan ante un mundo libre y de pluralismo religioso e ideológico, jóvenes musulmanes que no han crecido en ambientes familiares de tolerancia ideológica y de respeto a la alteridad se ven a sí mismos sin protección y desamparados frente a la libertad ideológica, indefensos ideológicamente y sin amarres fuertes en que anclar sus vidas y mentes, se sienten solos e inseguros frente a la multiplicidad de ideologías y libertad, por lo que recurren a adherirse fuertemente al Islam y al salafismo como salvavidas emocional, psicológico e intelectual frente a lo que perciben como una amenaza vivencial, la libertad. Estos jóvenes cuestionan la forma en que sus padres interpretan la fe islámica, ven el Islam de sus padres y familias basado en la tradición, la costumbre y la cultura más que en el “verdadero” Islam y se adentran en lo que consideran el Islam verdadero y real, el salafismo, con todo el peligro que ello conlleva para Occidente, un Occidente odiado y denostado por estos musulmanes que retornan al primigenio Islam. La Ummah, la nación del Islam, la comunidad musulmana que gira sobre la Sharía, -la ley islámica- proporciona una sensación de seguridad, confort y un fuerte sentimiento de pertenencia a estos jóvenes musulmanes que se sienten solos frente a un mundo laico, relativista e individualista como es el occidental.
La búsqueda individual del “verdadero” Islam hace que los jóvenes musulmanes se vuelvan adherentes más estrictos a la fe que lo que sus padres y familiares y conocidos lo han sido alguna vez. Este puede ser un proceso en el cual se ponen a sí mismos no sólo en contra de sus padres, quienes en ante sus ojos no practican la religión, el Islam, de una manera pura, sino también contra un contexto secular occidental que esencialmente rechaza el Islam. A través de Internet y contactos virtuales estos jóvenes musulmanes penetran las barreras de las puertas de la radicalización que están cerradas en las escuelas, administraciones y países (occidentales) y gracias a las webs y redes salafistas que enseñan y muestran el Islam tal como lo predicó y vivió Muhammad y los Sahaba (los compañeros de Muhammad) estos jóvenes musulmanes pueden superar sus complejos e inseguridades. La Sharía, la ley islámica, cuyo objetivo es controlar la vida religiosa, social y política de toda la humanidad en todos sus aspectos es el amarre al que se adhieren estos jóvenes musulmanes, que viven en Occidente, frente a un porvenir incierto y un mundo de múltiples ideologías. La infalibilidad del consenso (Ijma) establecido rígidamente en el que “todo está discutido, establecido y fijado” de manera intolerante e rígido a principios de los años 900 en la que la ley islámica se fijó rigurosa e inflexible, la Sharía se instituyó rígida y sin posibilidad de cambio y en la que se considera que “Toda innovación es una herejía”. Todo ello representa una bomba de relojería incrustada en el seno de Occidente puesto que el objetivo último de los seguidores del salafismo y del chiísmo es instaurar la Sharía a nivel global y mundial a través de la Yihad, recordando que Muhammad decía: “Mi comunidad nunca aceptará un error”. Corán 3: 110: Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya suscitado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal y creéis en Alá.
Esta evolución de los musulmanes, por una parte una mayor secularización y desconexión del Islam en un pequeño porcentaje del colectivo musulmán y por otra en la que la gran mayoría aumenta su radicalización y adherencia al Islam primigenio, desmiente e invalida el síndrome del espejo en la que han proyectado sus perspectivas sobre el Islam muchos líderes políticos y de opinión que creen ver un posible paralelismo con la evolución de la sociedad cristiana europea en general y posiblemente en sus propias experiencias personales, en la que antaño eran muy creyentes y hoy en su gran mayoría son indiferentes, agnósticos, ateos, anti-religiosos o muy poco adherentes. Estos líderes políticos y de opinión creen que mejorando el nivel de vida y la formación académica y científica de los musulmanes recorrerán el mismo camino que ellos y se distanciarán de la religiosidad. Saben que a pesar de la Inquisición y de las Cruzadas, el mensaje primigenio cristiano se basa en el amor y la paz, y que aquellas han sido desviaciones, y lo mismo ocurrirá con el Islam. Pero ignoran que a diferencia de la Biblia en la que no hay ni un solo texto en el que se pida matar a los no creyentes, el Islam considera la Yihad como su sexto pilar, como la cúspide de la fe musulmana. Los extrema izquierdistas sienten fascinación por el islamismo al considerar que éste contiene una carga totalmente revolucionaria que impulsa y empuja a centenares de millones de seres humanos en la búsqueda de un mundo (islámico) mejor, y que una vez aniquilado el capitalismo, la superestructura religiosa del Islam desaparecerá por sus propias contradicciones. “Dios ha muerto, pero Alá arrastra a las masas contra la civilización explotadora y capitalista de Occidente”. Todos estos colaboracionistas izquierdistas del salafismo y chiísmo no son conscientes que la radicalización sangrienta y violenta de los musulmanes irá en primer lugar contra aquellos, pues el Islam “tolera” únicamente, pero como dhimmies, a los creyentes en Dios, y niega el derecho a la vida a los ateos, comunistas, agnósticos, politeístas”. A pesar de todas las desigualdades y discriminaciones, los iraníes judíos y cristianos pueden vivir en la República Islámica de Irán, están “protegidos ser exterminados por la Espada del Islam, “tolerados” como dhimmies, ciudadanos de segunda clase, pero los ateos no pueden ser protegidos de la Espada del Islam y se les condena a muerte, por el “delito de “impiedad” y “guerra contra Alá”.
Lo barato sale caro ante las políticas del buenísmo occidental frente al islamismo
La actitud dhimmi, de sumisión y ceguera selectiva ante el terrorismo yihadista y la ideología que la sustenta, el salafismo y el chiísmo, a corto plazo es más cómoda para los líderes políticos y de opinión, las elites económicas y los mismos pueblos, que no tienen en cuenta el sufrimiento de las víctimas del totalitarismo islámico y prefieren ensoñar fantaseando en que los muyahidines (yihadistas) y simpatizantes se moderarán y entrarán finalmente en el circuito de la democracia. El terrorismo yihadista está consiguiendo que cada vez más la población musulmana que vive en Europa gire hacia el salafismo, la ideología de odio y supremacista que justifica religiosamente desde el Corán y la Sunna los crímenes islámicos. Lo que parecía fácil, barato, económico, la actitud de desviar la mirada, negar la evidencia, y considerar que la tolerancia hacia la ideología de muerte del salafismo y la connivencia con la República Islámica d resultado caro en vidas humanas y en costes económicos. Además de la pérdida de vidas y las lesiones que cambian la vida de las víctimas, el yihadismo, el terrorismo islámico, genera importantes efectos económicos, en empresas, ciudades y naciones perdiendo miles de millones como consecuencia de los ataques. Los ataques islamistas de 2004 a 2016 han generado unas pérdidas estimadas en 180 mil millones de Euros a los estados de la Unión Europea en el PIB, según informó el periódico Independent, citando un informe publicado por RAND Europe.
La amenaza que plantea el terrorismo islámico en Europa es muy real para los ciudadanos y residentes de la UE. Desde 2004, los ataques en Madrid, Londres, París, Bruselas, Niza, Berlín, Barcelona y otras ciudades europeas significan que el fenómeno está en la mente de los ciudadanos y los políticos. Las evaluaciones de las autoridades de Inteligencia y de aplicación de la ley en muchos Estados miembros de la UE indican que es muy probable o que se espere un ataque terrorista de inmediato. Por lo tanto, los gobiernos nacionales, los políticos y los responsables de la formulación de políticas miran constantemente las respuestas a estas amenazas cada vez mayores. Además del obvio trauma emocional causado por los ataques terroristas debido a las lesiones y muertes de personas, hay una variedad de otros impactos que ocurren, desde las pérdidas económicas de los estados de la UE hasta los pronunciados efectos psicológicos en los ciudadanos de la UE que presencian estos ataques. A pesar de la naturaleza infrecuente de los ataques terroristas, la gama de impactos en los ciudadanos de la UE sigue siendo significativa. Esto también ha generado una entrada masiva de migrantes musulmanes que huyen de la miseria económica de sus países de origen en su gran mayoría, y en muy pequeña minoría como auténticos refugiados cuyas vidas peligran en sus países de origen. Todo ello conlleva problemas –y enormes gastos- a nivel de integración, seguridad y cobertura social-económica, educacional y sanitaria. Costes desorbitados que incrementarán enormemente las pérdidas económicas de los países de la Unión Europea. La investigación de RAND Europe encontró que el Reino Unido sufrió la mayor pérdida financiera como resultado de los ataques terroristas internos en el período de 12 años, con un costo total de € 43.7 mil millones. RAND Europe también calculó que los cinco ataques terroristas que se llevaron a cabo en el Reino Unido en 2017 tuvieron un “costo económico” de 3.500 millones de euros. Francia, que ha sufrido algunos de los ataques terroristas más mortíferos de Europa en los últimos años, quedó en segundo lugar, con 43 mil millones de euros en pérdidas de PIB, mientras que España sufrió una pérdida de 40.8 mil millones en el mismo y Alemania alrededor de 19.2 billones en el mismo periodo. El informe investigó el impacto que el terrorismo tuvo en el crecimiento económico en Europa, y además de estimar el daño financiero de tales ataques, los investigadores explicaron cómo los incidentes afectaron el comportamiento de los consumidores e inversionistas. Encontró que los patrones de gasto de los consumidores eran resistentes y relativamente poco afectados, mientras que las inversiones disminuían a medida que las personas buscaban gratificación a corto plazo en lugar de ganancias financieras a largo plazo a través del ahorro y la inversión. También advirtieron que la cobertura de los medios de comunicación -tanto por medios informativos como por plataformas de medios sociales- de los ataques ha aumentado el riesgo de que las personas se vean afectadas psicológicamente, como el que algunas personas pueden valorar menos su futuro y preferir “vivir el momento”. Estos efectos pueden afectar la forma en que las personas consumen y ahorran, lo que puede conducir a un aumento en el consumo y una disminución en los ahorros y las tasas de inversión de las empresas. El resultado final son las pérdidas económicas en toda Europa, según el informe RAND Europe. Se podrán desarticular todas las células yihadistas que se quieran, arrestar a gran número de terroristas islámicos, neutralizar a gran número de shahids –islamikazes- pero mientras se mantenga la ideología –el salafismo y el chiísmo- que amamanta, alimenta y nutre las mentes de los islamoterroristas, se conservará el apoyo de amplios sectores de correligionarios a estos crímenes, lo que sustenta la pervivencia de yihadistas. Toda la tecnología occidental no puede frenar en absoluto la ideología supremacista y nihilista del islamismo que sirve de justificación teórica a las violaciones individuales y/o grupales, asesinatos, agresiones, acuchillamientos, atropellos, ametrallamientos, y explosiones de los fervientes más radicalizados del Islam. Esto es reforzado por la actitud dhimmi y de apaciguamento de las poblaciones y sus líderes políticos y de opinión ante el terrorismo islámico y su ideología, el islamismo y creer que contentar a los salafistas y chiitas facilita la integración ideológica, mental y espiritual de los simpatizantes del salafismo y chiísmo. La actitud de dhimmi y apaciguamiento europea sale barata inicialmente, evita el conflicto, el pensar y buscar soluciones a medio y largo plazo, pero con el tiempo, esa actitud pasiva sale carísima, muy onerosa en vidas y en lo económico.