Crisis de Oriente Medio: ¿España gobernada por antisemitas?
La definición de antisemitismo más extendida en Occidente es la que han suscrito los países de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA), que está integrada por 35 países, entre ellos España e Israel. La definición de la IHRA considera antisemitismo lo siguiente, entre otras cosas: “aplicar un doble rasero al pedir a Israel un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático“. El concepto de antisemitismo ha variado en los últimos años. La Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, estableció una definición del término en 2016: “Es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos”, e incluye “manifestaciones físicas y retóricas” contra “personas judías y no judías, sus bienes, las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto”.
El Gobierno de Israel considera que el reconocimiento como Estado de Palestina que ha adoptado el Consejo de ministros supone “una recompensa para Hamás”, es decir, una recompensa para una organización antisemita. Según la definición de IHRA, es antisemita “denegar a los judíos su derecho a la autodeterminación”. Hay que recordar que el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha mandado una insólita carta a las empresas españolas que tienen actividad o intereses en Israel en la que, sin tener ninguna competencia al respecto, les exige que demuestren que no contribuyen a “las flagrantes vulneraciones de Derechos Humanos que el Estado de Israel está cometiendo en los Territorios Palestinos Ocupados, incluyendo la Franja de Gaza, contra la población palestina“. La carta de Bustinduy se ha hecho pública sólo unas horas después de que la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, publicase en la red social X un mensaje de claro contenido antisemita, reproduciendo un eslogan habitual de las manifestaciones más furibundamente contrarias a Israel. Rego, cuyo padre es palestino, retuiteaba un mensaje de otro usuario de la red social X añadiendo la frase “desde el río hasta el mar”, una clara referencia a la eliminación física de Israel, ya que el río en cuestión es el Jordán, el mar el Mediterráneo y, como bien sabe la ministra, los que usan esa frase lo hacen para pedir que todo el terreno de lo que hoy es Israel y los territorios palestinos “sea un único Estado árabe”, es decir, se elimine a Israel y a sus 7 millones de ciudadanos judíos.
El partido de Yolanda Díaz tiene una especial manía persecutoria: Israel. Recordemos que hace unos días reclamó formalmente al Gobierno del que forma parte y dirige Pedro Sánchez los siguientes puntos:
En primer lugar: La no admisión de la delegación de deportistas y personal oficial del Estado de Israel a los Juegos Olímpicos de Verano de 2024 mientras el Estado de Israel continúe con su agresión militar sobre la población de Gaza.
En segundo lugar: La no admisión de la delegación de deportistas y personal oficial del Estado de Israel a los Juegos Paralímpicos de 2024 mientras el Estado de Israel continúe con su agresión militar sobre la población de Gaza.
En tercer lugar: La no admisión de la delegación oficial de deportistas y personal oficial del Estado de Israel a los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2024 mientras el Estado de Israel continúe con su agresión militar sobre la población de Gaza.
“Desde el río hasta el mar” fue creado por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como un cántico nacionalista que reclamaba un Estado palestino en las fronteras del protectorado británico anterior a la fundación de Israel. Este slogan es usado desde los años 60 por los activistas palestinos, y es el lema de grupos como la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) o la milicia yihadista de Hamás o la Yihad Islámica que sí lo utilizan para reclamar la desaparición del Estado hebreo. Debemos recordar que, la Federación de Comunidades Judías en España (FCJE) pidió que la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz rectifique por usar “un lema utilizado por la organización terrorista Hamás y que supone el exterminio del estado judío”
Según la definición de antisemitismo de IHRA, es antisemita negar el derecho de autodeterminación de los judíos. La Declaración de Jerusalén sí permite la crítica a Israel como Estado, lo que incluye “sus instituciones y principios fundacionales”, pero considera ilícito “negar el derecho de los judíos en el Estado de Israel a existir y prosperar individual y colectivamente como judíos de acuerdo con el principio de igualdad”. El ministro de Exteriores, Israel Katz, ha publicado un mensaje en X en el que acusa a Sánchez de ser cómplice de crímenes de guerra y le exige que destituya a Yolanda Díaz por sus palabras en las que se hacía eco del eslogan palestino “desde el río hasta el mar” que Israel considera antisemita Katz compara al gobierno español con el régimen iraní y cita también en la misma lista a Yahya Sinwar, el líder de Hamás en la Franja de Gaza.
La IHRA fue fundada en 1998. España se unió a esa Alianza en enero de 2008, bajo el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, España no suscribió la definición de antisemitismo de la IHRA hasta julio de 2020, bajo el gobierno de Pedro Sánchez. Esta adhesión fue celebrada por la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), que esta semana acusó a la vicepresidenta comunista de Sánchez, Yolanda Díaz, de antisemitismo, por utilizar el mismo lema “desde el río hasta el mar” que usan los terroristas de Hamás. Teniendo en cuenta la definición de la IHRA, el gobierno de Pedro Sánchez está incurriendo en actos claros de antisemitismo al acusar a Israel de “genocidio” y al no hacer esa acusación contra otros países. Hasta ahora, los miembros del gobierno español que sostenían esa falsa acusación contra el Estado judío han sido los de su facción comunista. Recordemos que el pasado sábado 25 de mayo, en el “Día de las Fuerzas Armadas”, la socialista Margarita Robles se unió a esa acusación calumniosa contra Israel, siendo la primera integrante del PSOE dentro del gobierno que se suma a ese bulo. Hasta ahora, Margarita Robles no ha acusado ni una sola vez a Rusia de estar cometiendo un genocidio en Ucrania, como tampoco lo han hecho las ministras comunistas del gobierno que han lanzado esa acusación contra Israel.
Ni Sánchez ni ninguno de sus ministros han acusado a Rusia de “genocidio” por la invasión de Ucrania en su conjunto, que hace un año ya había alcanzado esa terrible cifra de 100.000 muertos, una cifra que los miembros del gobierno de Sánchez no han difundido ni una sola vez, tal vez porque Israel no está metido en esa guerra. Israel es un país agredido y Rusia es un país agresor Tengamos en cuenta que Rusia viene perpetrando masacres de civiles desarmados y maniatados y atacando indiscriminadamente a la población civil, sin llamar antes de atacar para evitar bajas de civiles ni facilitar las evacuaciones de las zonas atacadas, al revés de lo que hace Israel en Gaza. Si Israel cometiese siquiera la décima parte de las atrocidades que Rusia comete en Ucrania, sus embajadas serían asaltadas e incendiadas en todo el mundo. Y eso a pesar de una diferencia fundamental: Israel es un país agredido que está llevando a cabo una operación defensiva contra los terroristas de Hamás, que fueron quienes iniciaron esa guerra en Oriente Medio, mientras que Rusia es un país agresor: fue su invasión la que inició la guerra en Ucrania. En la actualidad, el gobierno de Sánchez es el único gobierno de la Unión Europea que ha lanzado acusaciones de “genocidio” a Israel, una acusación en la que ese gobierno se alinea con aliados de Hamás como Irán, Turquía, Venezuela y Sudáfrica. A esto hay que añadir los elogios de Hamás y de los terroristas Talibanes de Afganistán al gobierno de Sánchez, que completan la vergonzosa imagen de España que están dando socialistas y comunistas. Casualmente, España está comprando más gas ruso que nunca. Eso podría explicar ese doble rasero del gobierno de Sánchez: mientras calumnia a Israel, evita acusar de terrorismo o de genocidio a Rusia porque le está comprando el gas. El presidente del Gobierno esta “tapando sus casos de corrupción política y económica con el reconocimiento del Estado palestino” y con los “ataques” al presidente de Argentina, Javier Milei. Mientras haya un sólo rehén en manos de Hamás y “hasta que no desaparezca la organización terrorista”, ningún Gobierno ni “nadie tiene derecho a pedir a Israel que renuncie a sus operaciones de autodefensa”. Mi total apoyo al Estado de Israel, en su lucha por defenderse de la agresión terrorista de Hamás.