Lo que ocurre en San Miguel Totolapan es una muestra más de la violencia relacionada con la guerra no convencional contra las drogas y que representa el conflicto de mayor generación de violencia en el país, provocando algunos atentados que pueden ser catalogados de narcoterrorismo como el ocurrido el 5 de octubre de 2022 en esa localidad mexicanaEs un foco más que se enciende y muestra el espiral de violencia que sucede en buena parte del país, pero, sobre todo, en la Tierra Caliente de Guerrero, en esos territorios que se han convertido en el refugio y el área de operación de bandas criminales de todo tipo que no sólo se dedican al cultivo de amapola y la producción de goma de opio y drogas sintéticas, también han hecho del secuestro, el robo, la extorsión, el asesinato, su modo de vivir, pero lo más interesante ahora es que la organización delictiva los Tequileros se caracteriza por las extorciones a los presidentes municipales de la zonas que son disputadas por diferentes organizaciones criminales.
El cártel apodado Los Tequileros son una parte más de Guerreros Unidos y están en disputa con varios otros grupos criminales que operan en la zona, entre ellos los socios de Los Rojos, y algunos otros, como el Cártel Independiente de Acapulco, uno de los más activos, no sólo en el puerto sino, con sus derivaciones, en la Tierra Caliente.
Este ataque de acuerdo a un reporte preliminar de la Fiscalía de Guerrero, citado por medios locales, dejó un saldo de tres heridos y 18 muertos, incluido el edil y otros funcionarios locales, de los cuales 10 ya han sido identificados por sus familiares, pone el dedo en la llaga, toda vez que son actividades muy violentas que buscan influir en las decisiones políticas de los gobiernos municipales, estatal y el federal, por medio de la violencia con ataques en contra de la población civil e instituciones.
Según ha trascendido, se registraron tres ataques, uno a la presidencia municipal y otro a la casa del padre del alcalde y a otro domicilio.
Hay preguntas que resultan inevitables: si todo un pueblo sabe quiénes están ligados con un grupo criminal ¿por qué no se actúa contra ellos? La lógica nos podría dar una hipótesis en el sentido de que la policía local trabaja con los criminales y de ahí el temor de la ciudadanía a denunciar. ¿Si se sabe quién es el jefe de ese grupo por qué resulta difícil atraparlo? ¿Por qué nadie está dispuesto a hacerlo? Si suceden los secuestros en la zona y estos ataques y extorciones a la autoridad municipal ¿Por qué las autoridades estatales y federal actúan hasta que se presenta una crisis de estas características?
La estrategia de seguridad no está dando los resultados que se desean obtener, por lo menos al corto plazo no se ve una pronta solución y ante estos ataque terroristas, es obsoleta la explicación de políticos mexicanos, de algunos analistas, consultores y diversos expertos en la materia, al afirmar que en México no existe narcoterrorismo, porque según su análisis, dentro de la definición de terrorismo no existe elemento para afirmar tal situación, pero interpretan incorrectamente el concepto ante las acciones actuales que a los ojos de todos ha venido sucediendo. La estrategia no dará resultados si no cambian de paradigma, ya que ellos dicen que el Terrorismo busca un objetivo político y la delincuencia organizada en México solo busca un fin último que es el lucro económico. Nada más lejano de la realidad y por eso, derivado a esa equivocada interpretación, no se le da el tratamiento estratégico que debiera tener.
En México estos grupos criminales, buscan además del mercado internacional, el mercado interno y las luchas por el control de las plazas son muy sanguinarias, intimidando incluso al gobierno para la fácil realización del microtráfico del fentanilo y otras drogas, potencializando el narcomenudeo en diversas partes del territorio mexicano, así como para explotar otras fuentes ilícitas muy lucrativas y para ello, usan tácticas que están generando violencia, cuentan con sus propios brazos armados con armamento y entrenamiento militar, cuentan con pandillas locales y están desafiando a los tres órdenes de gobierno afectando a la población civil y a las autoridades que se opongan a sus planes delictivos. Esto se trata de una Guerra No Convencional.
Ya no se trata en mantener tranquila “la plaza” para el tráfico de drogas, ahora se trata de imponer miedo para la venta de droga con actos de terror, para traficar personas, hacer cobro de piso, apropiarse de bienes, controlar mercados lícitos e ilícitos, desplazar a los indeseados e incluso, eliminar candidatos y favorecer a otros para tener al poder político de su lado o ser parte del poder, son conocidos los casos de presidentes municipales y gobernadores que son parte de esa delincuencia organizada y al mismo tiempo sus victimas.
Es una lógica de control territorial a base de generar violencia y terror por lo que se debe hacer frente a la actual amenaza criminal.
Por lo anterior; se debe analizar la siguiente situación desde la perspectiva de que el crimen organizado tiene un papel importante como actor geopolítico, ya que independientemente de que su fin último es el lucro, la disputa con organizaciones delictivas contrarias también tiene una disputa contra el Estado Mexicano y el poder político, económico, territorial y social.
De esta forma, la delincuencia organizada influye en las acciones de gobierno de la Federación, de los estados y municipios y sus sociedades, así como las relaciones entre sí y con otros países, teniendo como base objetivos tanto económicos, políticos como geopolíticos además del lucro.
En México el terrorismo se define en el artículo 139 del Código Penal Federal (CPF) y dice que impondrá una pena de prisión de 15 a 42 años, y 400 a mil 200 días multa “a quien utilizando sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material radioactivo, material nuclear, combustible nuclear, mineral radiactivo, fuente de radiación o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos, o armas de fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, intencionalmente realice actos en contra de bienes o servicios, ya sea públicos o privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional, o la vida de personas, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un particular, u obligar a éste para que tome una determinación”.
El terrorismo en México es considerado una amenaza a la seguridad nacional.
Cada vez más los actos de terrorismo en México se vinculan más a hechos aislados, lo que debe representar un terrorismo doméstico como los perpetrados por anarquistas o econanarquistas, que no recaen en el concepto internacional de grupos terroristas y el ejercido en su mayoría por el crimenorganizado trasnacional.
El narcotráfico constituye una red criminal que comercia con la enfermedad y la muerte; indudablemente comete crímenes contra la humanidad; sus miembros son criminales “desalmados” que no les importa ejercer actos terroristas para cumplir sus objetivos tanto económicos, políticos como geopolíticos además del lucro a base del sufrimiento de otras personas.
Más allá de la “guerra no convencional contra el narco”, la agenda debe centrarse en estrategias contra los grupos narcoterroristas y atender los retos de prevención del terrorismo transnacional, para ello indudablemente se requiere de la cooperación de otras agencia internacionales para hacer acciones conjuntas y empezar por aceptar la realidad que existe en el país y en el mundo.
Quisiera cerrar con estas preguntas para reflexionar.
¿Qué pasaría en Italia, España y Francia, por citar tres países de Europa si en sus gobiernos se atacaran a las autoridades locales como ha pasado en San Miguel Totolapan Guerrero México? ¿Los catalogarían como narcoterroristas? Y si en los Estados Unidos o Canadá grupos armados matan a ciudadanos, queman vehículos y comercios ¿Catalogarían como terroristas los perpetradores o estarían en una negativa como sucede en México para clasificarlos como Terroristas? Si en México la ley es clara como se ha explicado en este momento el contenido del articulo 139 del Código Penal Federal (CPF) ¿Por qué las autoridades mexicanas y algunos expertos mexicanos en la materia siguen insistiendo que no son actos terroristas y en ese sentido, después de tantos e innumerables hechos de violencia y terror en diversas zonas de México, porque no rectifican para poder así corregir la estrategia?