El 26 de junio de 2022, hemos tenido que lamentar la noticia de la muerte de dos policías en el norte de Benín a manos de hombres armados para unos y terroristas para otros. A finales de mayo de 2022, el gobierno beninés ha notificado algo que se conocía a medias y fue que su país había experimentado alrededor de 20 ataques de grupos armados. El primer ataque mortal de los terroristas data de diciembre de 2021 cerca de la frontera con Burkina Faso.
En todo momento, el gobierno ha intentado no utilizar el termino terrorista o yihadista, lo que no le hace ningún favor a su propaganda. Los ataques los deciden los terroristas y las fuerzas de seguridad y defensan, han de asumirlos y afrontarlos y si es posible anticiparse mediante inteligencia.
Con los últimos ataques de los terroristas a Togo, Benín y Costa de Marfil y el reconocimiento de Ghana del 3JUN22 de la presencia de terroristas en el norte del país, no hacen mas que evidenciar las intenciones de Al Qaeda y Daesh de expandirse hacia el Atlántico en estos países.
Normalmente, cuando analizamos los movimientos de los grupos terroristas en África Occidental, tendemos a cometer el error de atribuir los territorios directamente a Daesh o Al Qaeda, pero es mucho más complejo.
La zona de Al Qaeda en el Sahel está dirigida por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) que a su vez delega en Jamaat Nusrat Wal Islam Muslimin (JNIM) desde Mali hasta la frontera con Nigeria y Ansaru que es la rama de Al Qaeda en Nigeria. JNIM fue creado con la unión de cuatro grupos leales a Al Qaeda, además cuenta con el grupo Ansaroul Islam, normalmente dentro de Burkina Faso pero también en Mali, la Katiba Al Mansour o de Gourma, la Katiba de Serma en Mali, la Katiba de Gouma entre Níger y Burkina Faso.
Dos de los grupos fundadores continúan activos y son Ansar Dine, que actúa preferentemente en el norte de Mali y la Katiba de Macina, que su brazo llega mediante otras katibas o células a Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín. A partir de Nigeria, AQ lo gestiona Ansaru con presencia en al menos cinco estados que cubren una extensión como la de Suiza y Austria juntas.
A partir de 2015, escisiones de Al Qaeda en el Sahel empezaron a unirse al ser más partidarios de las reglas de Daesh, lo que dio lugar al grupo Estado Islámico Gran Sahara, en el Sahel y mas al sur, en Nigeria, ocurrió lo mismo con otras de Boko Haram que dieron paso a el Estado Islámico Provincia África Occidental (ISWAP).
Analizando todos estos datos, vemos que tanto Daesh como Al Qaeda cuentan con subgrupos más que suficientes para su expansión hacia la costa atlántica a los que tendríamos que sumar los grupos independientes Darul Salam y Boko Haram en Nigeria.
Daesh por su lado se ha atribuido ataques dentro de Nigeria hasta 500 kilómetros más al sur de su zona habitual de agresiones. Si no lo ha hecho hacia el oeste es porque con anterioridad Al Qaeda ya había ocupado ese territorio.
En los próximos meses nos echaremos las manos a la cabeza, por el avance de los terroristas hacia la costa Atlántica y no será de extrañar que escuchemos nuevos nombres de Katibas para las nuevas zonas ocupadas